Sistemas fotovoltaicos industriales de generación distribuida

¿Cuáles son las ventajas de los sistemas fotovoltaicos industriales de generación distribuida?

El objetivo de la tecnología es la innovación y la eficiencia pero, sobre todo, la eficiencia.

Al principio de la historia de la electricidad, las comunidades se iban construyendo alrededor de las fuentes de generación porque era la única manera de acceder al suministro. En la medida en la que la tecnología eléctrica se fue desarrollando se crearon las líneas de distribución, que le daban acceso a la electricidad a todos aquellos que no tenían proximidad geográfica al punto de producción. Sin duda, este fue un gran paso para el desarrollo social y humano.

Sin embargo, con el desarrollo de nuevas tecnologías, como la energía solar fotovoltaica, parece que la ruta es volver a la estrategia inicial, estar lo más cerca posible de las fuentes de producción eléctrica, sin intermediarios.

Partiendo de este punto, estos son los beneficios de los sistemas fotovoltaicos industriales de generación distribuida:

No hacen falta líneas de distribución

Gracias a la descentralización del suministro eléctrico, estos sistemas fotovoltaicos permiten que la energía que se genera esté en los centros de consumo o muy cerca. Esto hace que no sea necesario pasar por un sistema de distribución para poder contar con energía eléctrica, con sus correspondientes ventajas:

• Se reducen los costos de infraestructura y mano de obra para la construcción y mantenimiento de la red de transmisión.
• Se disminuyen las pérdidas ocasionadas por las líneas de transmisión.

Independencia de la red eléctrica

Si quieres subir la apuesta, los sistemas fotovoltaicos industriales de generación distribuida, con un sistema de almacenamiento, pueden garantizar suministro eléctrico a su entorno aun cuando no haya producción. Esto es de especial utilidad para los lugares en los que no hay acceso a la red o para quienes simplemente desean desvincularse de la red.

Ampliación al acceso a la electricidad

Al ser instalaciones de capital privado posibilitan la expansión y la disponibilidad de la energía eléctrica. Es una total ganancia de autonomía en cuanto a generación y distribución eléctrica porque ya no se depende de las grandes centrales de producción, que suelen estar muy lejos de quienes necesitan el suministro.

Reducción del impacto ambiental

Como sucede con cualquier otro tipo de sistema fotovoltaico, los sistemas fotovoltaicos industriales de generación distribuida se nutren de energía limpia, ya que el sol es una fuente renovable y sostenible. Esto disminuye la necesidad de combustibles fósiles y reduce la huella de carbono. 

Se pueden obtener beneficios de los excedentes del autoconsumo

Toda la energía generada y no utilizada por un sistema fotovoltaico industrial de generación distribuida puede rendir beneficios como la compensación simplificada o la venta de sus excedentes.

• Compensación simplificada: los excedentes de energía se inyectan a la red a cambio de un descuento en la facturación mensual.
• Venta de excedentes: poner en venta en el mercado mayorista eléctrico la energía producida y no consumida ni almacenada.

Creación de nuevas fuentes de empleo

Tanto el uso de sistemas fotovoltaicos como la generación distribuida son una fuente de empleo local porque se requiere de fabricación, instalación y mantenimiento.